sábado, 29 de marzo de 2008

¡Gracias por permitirme comer aquí! (2ª parte)

¡Aquí os dejo los cubiertos, ir repartiéndoslos!, os juro que esa fue la frase de entrada que recibimos mis amigos y yo en un restaurante al lado de la playa, en Denia. Nuestra cara fue digna de verse, nos miramos unos a otros sin decir nada, esperando que alguno tuviera la respuesta a nuestra duda existencial: "¿Lo ha dicho en serio?"
Ciertamente el restaurante era para escribir un libro entero de anécdotas. Por poner un ejemplo bastante gráfico, en la mesa de al lado podías observar cómo uno de los camareros que servía una paella se sacudía los restos de arroz de sus dedos sobre el plato que a continuación ofrecía a los comensales. Sí, tranquilos, no seguiré contando cómo acabó ese día.

Pues normalmente las pongo a 5, me replicó cargado de razón un camarero cuando le dije que me parecía un poco exagerado que cada gamba de la ración que acabábamos de consumir nos costara 4 €, teniendo en cuenta que incluso estaban tan poco hechas que casi saltaban del plato en busca del océano, de El Manzanares, o cualquier maldito recinto acuático donde pudieran refugiarse de nuestras ansiosas manos. Lógicamente, las pagamos, y a continuación decidimos recuperar en chupitos invitados por la casa cada euro que nos habían robado por semejante recomendación; ¡ah! ¿no os lo había dicho?, sí, era la recomendación de la casa, ¡nos ha jodido!

Es que en este restaurante hacemos las pizzas así. Una vez más, el rostro de otra persona, una antigua compañera de trabajo, quedó perplejo ante este comentario. Esta fue la respuesta que le dio el encargado de una pitería a la que solíamos ir mis compañeros y yo a comer. Respuesta al siguiente comentario: oiga, esta pizza es congelada, el queso no se ha fundido, y el tomate está frío, por cierto, hablando del tomate, me ha extrañado que estuviera cubriendo la pizza en lugar de estar debajo de los ingredientes.
Ante la cara de asombro de la muchacha (y las consecuentes risas de los que la mirábamos), el encargado acabó por reconocer que aquello no era correcto e hizo la pizza de nuevo.
A propósito, lo habéis leído bien, era una pitería no una pizzería. De hecho, ésta era la única pizza de la carta, da que pensar...

Tú lo que quieres es que me pille el toro. Sí, yo era pequeña y aquí es donde empecé a conocer la España profunda. Esa fue la bienvenida que nos dieron a mi familia y a mi en un restaurante sólo por decirle al camarero que queríamos una mesa, lo habitual que se suele pedir al entrar a un restaurante. Mi madre estuvo muy ágil y le dijo: no hombre no, yo no quiero que usted sufra, adiós.

Eggs fried with potatoes.
Mmm, a ver, pensad bien en esto sin reiros: eggs fried with potatoes. Bien, este era uno de los platos de la carta de un restaurante a la salida de Huéscar. Era la parte del menú para angloparlantes. Te da tranquilidad saber que un país que vive del turismo ofrece a dichos turistas esta calidad de servicio lingüístico y, sobre todo, una vez más queda constancia del dominio del idioma que hay en España. Vamos, que nadie se ría hoy en día si ve Bienvenido Mr Marshall, porque os aseguro que no han cambiado tanto las cosas.
Por cierto, si el ejemplo gastronómico no os ha parecido significativo, tengo otro que os aseguro también estaba en la carta: Lubin to the back... ¿es o no es vergonzoso?

- Pues es que el aperitivo también se cobra
- Oiga, pero si no lo hemos pedido
- Ya, pero se cobra
Qué ironías tiene la vida, una marisquería en el barrio de salamanca, donde se presume de estatus pero no de tacañería, pues os aseguro que hay que ser muy cutre en esta vida para cobrarte 12€ por unas aceitunas que tú no pides después de pagar casi 500€ por una cena. En la tasca de mi barrio las aceitunas te las ponen gratis con la cerveza, ¡y a veces hasta gambas!


Señores, vuelvan a leer la primera parte de este post, y recapaciten...

sábado, 15 de marzo de 2008

Patadas al lenguaje

"Yo estudio chino, es el lenguaje de negocios del futuro".
"Yo soy bilingüe en inglés, si hoy en día no dominas esta lengua no vas a ningún sitio".
"Yo he aprendido a hablar en binario, es que soy un freaky".

Es increíble el interés que pone la gente en aprender otros idiomas y el poco interés que pone en aprender el idioma materno, el autóctono, el que mejor debes conocer si quieres comunicarte con los que te rodean.
El significado que la Real Academia Española da a la palabra "insociable" es: Huraño o intratable, o que no tiene condiciones para el trato social.
Bien, pues es curioso con qué facilidad la gente puede tacharte de insociable porque no te guste comunicarte demasiado con otras personas (huraño o intratable) cuando hay gente que es insociable porque es incapaz de hacerlo, verbalmente hablando (no tiene condiciones para el trato social).
Por algún misterioso motivo, cuando se le enseñaron las normas de conducta en sociedad a los seres humanos (a algunos, otros aún están descubriéndolas o ni eso) olvidaron recalcar la de el buen uso del lenguaje.

Tenemos un grupo numeroso al que es imposible entenderlos, sencillamente porque deciden obviar letras en sus palabras: ¿ignorancia?, ¿economía del lenguaje?, ¿pereza?. Desconozco el motivo exacto, pero sé que es difícil comprender lo que dicen. "Vocaliza... ¿quieres vocalizar, no te entiendo?" La acusadora frase no es mía, si no de Willy Wonka.

Es fascinante cómo mucha gente decide castigar nuestro diccionario con palabras inventadas y mal escritas, o cómo la falta de interés en ellos les hace obligarte a escuchar frases como: "bueno, qué más da, eso es un detalle sin importancia", como contestación a tu frase: "La palabra confirmación lleva tilde, y por cierto sí, se confirma, sin tilde, que eres un analfabeto" (esa coletilla te la callas, aún sabiendo que eso afectará a tu úlcera en el futuro).

Y es que puede que no todo el mundo lo entienda, pero de verdad que el mal uso del lenguaje arruina la comunicación entre los seres humanos.
Pensad por un momento en la diferencia que hay entre este titular:

Detenidos los sicarios del cartel de Cali
Detenidos los sicarios del cártel de Cali

El primer titular sin duda despertaría más curiosidad en mi: ¿qué coño habrán hecho los sicarios con el cartel para que les detengan? (olvidándonos del pequeño detalle de que sean sicarios).

Pero ahora imagina que lees un e-mail de un amigo en el que te dice:

"por cierto, ¿sabes que estoy estudiando ingles?"

Paco, por dios, ¡ponle la tilde al idioma que estudias o no podré quitarme la imagen de mi cabeza nunca más!

Realmente no me parecería tan descabellado que una persona que haya estudiado una carrera y sea al menos mayor de 23 años reciba una multita cada vez que comete una falta de ortografía, al menos de grado 1: tildes en agudas, b/v, dequeísmo, etc.

Señores, si creen que esta medida es injusta, intenten imaginar lo injusta que será la sentencia para alguien a quién acusen de estar implicado en un cártel frente a estarlo sólo en un cartel.

Este post está dedicado a alguien que nunca se ha olvidado de una tilde.

domingo, 9 de marzo de 2008

Los nucas

Hay gente que por motivos inexplicables puede provocarte distintas sensaciones aunque no los conozcas personalmente.
Estoy hablando de actores, cantantes, escritores, presentadores de televisión y demás personajes públicos.
Obviamente, no sabemos cómo son en la vida real. Pueden ser personas muy inteligentes, realmente simpáticas, agradables, buenas, pero nuestro único contacto con ellos es la televisión, el cine, periódicos y otros medios en que se muestran.
Esas personas te pueden provocar odio sólo por verles su cara. ¿Por qué? no sé, inexplicable. Pero sed francos, ¿cuántas veces no habéis cambiado de canal y al ver por ejemplo a un presentador habéis dicho: "esta es subnormal", o "no puedo con este tío".
Puede haber mil motivos que se mezclan: su cara, su tono de voz, su sonrisa, las tonterías que dice, o que se suela hacer el gracioso y no tenga gracia. Pero el caso es que aunque no hayas hablado con esa persona en tu vida, te provoca un odio visceral.
Os pongo unos ejemplos: Carmen Alcaide, Javier Bardem o Leonor Watling. Son personajes que, no me preguntéis por qué, pero es sólo verles la cara y me asalta mi instinto más asesino.

Por el contrario hay gente que, por la razón que sea, sólo escucharle o verle te hace gracia o te cae bien, y a lo mejor en su vida real es un ser absolutamente detestable, pero a ti te parece majo. De este caso os pondría algún ejemplo pero, sinceramente, no se me ocurre ninguno ahora mismo, tengo entendido que haberlos haylos, pero es como Bin Laden, todo el mundo dice que existe, pero nadie lo ha visto.

Y luego tenemos el último caso, la sensación intermedia, mis favoritos: "los nucas".
Los nucas son esos personajes que te caen mal, que te parecen tontos, pero que no superan esa barrera. Es decir, es ese tipo que cuando le ves piensas: "es que es tonto". No te provoca odio, no llega a tanto, y nunca podría caerte bien porque es un "nucas". Pero es un tipo de personas que si te los encontraras por la calle, te encantaría darles una colleja, de ahí lo de "nucas".
Hay "nucas" por todas partes, si miráis a vuestro alrededor, encontraréis un montón de seres que te llenan de esa sensación. Pero centrándonos en personajes de televisión, yo reconozco que hay varios "nucas" latentes. En mi caso, algunos de mis "nucas" favoritos son Manel Fuentes, David Bustamante, Rocío Madrid o Miguel Angel Muñoz (Mam para los amigos, os juro que he tenido que buscar su nombre en San Google que todo lo sabe).

Un "nucas" en televisión te hace ver las grandes injusticias del mundo. Piensas: "cómo este ser ha llegado a presentar un programa de televisión, pero si es que es tonto". Un "nucas" es un tipo que debió tener una infancia llena de collejas por ser el tonto de la clase. Un "nucas" es la persona que estando en un bar, con tu grupo de amigos, hablando todos, contando anécdotas y riéndonos, cuando cuenta su gracia o anécdota se hace un silencio que deseas sea interrumpido porque piensas: este es tonto.
¿A que empezais a visualizar varios nucas en vuestra cabeza?

Pues bien, este post era puramente informativo, de ahí su brevedad. Entendido el concepto, señores, hagan borrón y cuenta nueva, empiecen a llamar a las cosas por su nombre, cuando alguien les caiga mal pero no les provoque odio, cuando alguien les haga pensar "qué tío más tonto", y sientan que una colleja les satisfaría, sabrán que han conocido a un "nucas".

sábado, 1 de marzo de 2008

Brillante, irónico

El ser que detesta por naturaleza a la humanidad, y eso le hace detestable ante los ojos de los humanos.







Jajajaja, este es tremendo, para los que no hablen euskera aquí va parte de la traducción:

SECRETARIA: son sólo un par de preguntas... ¿como define tan bien a la mujer?
MELVIN: pienso en un hombre... y le elimino la sensatez y la responsabilidad